Tanto El Niño como La Niña, son los ejemplos más evidentes de las oscilaciones climáticas globales, siendo parte fundamental de un vasto y complejo sistema de fluctuaciones climáticas. La Niña se caracteriza por temperaturas frías y perdurables, si se le compara con El Niño ya que éste se caracteriza por temperaturas oceánicas inusualmente calientes sobre el Océano Pacífico Ecuatorial.
Los episodios de La Niña también producen cambios a gran escala en los vientos atmosféricos sobre el Océano Pacífico Tropical, incluyendo un incremento en la intensidad de los vientos Alisios del Este (Este-Oeste) en la atmósfera baja sobre el océano Pacífico Oriental, y de los del oeste en la atmósfera superior. Estas condiciones reflejan cambios significativos en la circulación ecuatorial de Walker.
Los episodios Cálido/El Niño y Frío/La Niña, forman parte de un ciclo conocido como El Niño Oscilación del Sur, ENSO. El ciclo tiene un período medio de duración de aproximadamente cuatro años, aunque en el registro histórico los períodos han variado entre 2 y 7 años.
Durante un episodio de La Niña, es típico observar condiciones más secas respecto a lo normal sobre el océano Pacífico Ecuatorial Central, debido a un debilitamiento de la corriente en chorro durante los meses de diciembre a febrero, y por el fortalecimiento de los sistemas monzónicos en Australia/Sudeste de Asia, América del Sur/Centroamérica y África.
En las primeras fases de los episodios de La Niña, la termoclina (isoterma de 20 °C que separa las capas superficiales del océano de las más profundas) se localiza a poca profundidad respecto a lo normal, principalmente en los sectores del océano Pacífico Central y frente a las costas de América del Sur. Durante la fase madura la termoclina gradualmente se profundiza en la parte occidental del Océano Pacífico y en el sector Central en las últimas fases de los episodios.
En el caso particular de Nicaragua el fenómeno de El Niño está íntimamente relacionado con la ocurrencia de sequías sobre el territorio nacional. Contrariamente, La Niña se asocia con estaciones lluviosas benignas o más húmedas y también con la ocurrencia de eventos meteorológicos extremos que causan desastres naturales como depresiones atmosféricas, tormentas y ciclones tropicales.
En años de La Niña, durante el período de Junio a Agosto, sobre Centroamérica prevalecen las condiciones más frescas y más húmedas, de tal manera que sobre Nicaragua es posible esperar un período canicular benigno, o en su defecto la ausencia de este mínimo estival en la marcha mensual del régimen de precipitación.
Según la información histórica que posee INETER(Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales) sobre vórtices ciclónicos que han impactado al territorio nacional en los últimos 100 años, se puede concluir que los desastres naturales de origen meteorológico más trágicos han ocurrido en años La Niña. Durante el evento 1970-71, en septiembre de 1971 el huracán IRENE atravesó el país de Este a Oeste siguiendo la ruta más al Sur utilizada hasta la fecha por un vórtice ciclónico, recibiendo el nombre de OLIVIA como tormenta tropical en aguas del Océano Pacífico. En el evento 1974-75, catalogado como el de mayor duración en los últimos 49 años, en septiembre de 1974 Nicaragua se vio seriamente afectado de forma indirecta por el huracán FIFÍ, el cual causó severas inundaciones en los Departamentos de Chinandega y León principalmente, como resultado de la circulación atmosférica creada por el sistema ciclónico.
En octubre de 1988 otro evento de La Niña clasificado como el más intenso del período 195?-1998, propició la entrada al territorio del segundo huracán más desastroso en la historia de Nicaragua, El JOAN, y el más intenso respecto a la escala internacional de Saffir-Simpson de los que han impactado directamente al país. A pesar que los daños fueron cuantiosos en infraestructura, en el sector agrícola, en forestaría y en algunos ecosistemas, se podría decir en relación a la última catástrofe provocada por el huracán Mitch que la pérdida de vidas humanas causadas por el JOAN podrían ser inferiores al 10% de las originadas por este último.
Nuevamente la ocurrencia del evento de La Niña 1995-1996 clasificado como débil internacionalmente, creó condiciones propicias para que en julio de 1996 el huracán CESAR irrumpiera sobre territorio Nicaragüense a la altura de Kukra Hill y que posteriormente atravesara el territorio nacional con intensidades de tormenta y depresión tropical. En lo general, se podría decir que el huracán CESAR (intensidad 1 en la escala internacional) no ocasionó grandes daños económicos ni significativas pérdidas humanas respecto al JOAN y el MITCH.
En mayo de 1998 de forma abrupta finalizó uno de los eventos El Niño más intensos del presente siglo, creando condiciones propicias para que de forma acelerada se iniciase la gestación de un episodio de La Niña, el cual actualmente está en su sexto mes de vida junio - noviembre) y que ha sido catalogado por la comunidad científica internacional de intensidad moderada. Así mismo las últimas predicciones de los Modelos Numéricos de pronósticos de los Centros Internacionales, indican un fortalecimiento del Episodio Frío/La Niña durante lo que resta de 1998, continuando con condiciones moderadas hasta abril -junio de 1999.
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